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lunes, 18 de julio de 2011

Source Code, simpleza que agrada

Primero que nada hay que decir que Duncan Jones, el director de este film es el hijo de David Bowie, lo que no es poco cosa si pensamos en una de las estrellas mas talentosas en el mundo del espectáculo, cantante, actor e icono de la moda. En su segunda película, Jones nos muestra un talento que muchos directores no conseguirán en años, y una capacidad para utilizar los recursos disponibles que sorprende, al igual que una preocupación por la utilización del ser humano como herramienta, que conmueve (que ya mostró en su opera prima Moon). Source Code o 8 minutos antes de morir nos atrapa desde el principio, y aunque puede ser complicada para el publico no habituado a las películas que juegan con los saltos temporales, todas los enigmas se irán revelando a lo largo de la trama, utilizando un sin fin de efectos espaciales y un muy buen guion. El film cuenta con todos los ingredientes, como dos hermosas protagonistas femeninas, Vera Farmiga, que aporta su fría sensualidad y Michele Monaghan que aporta su calidez, ternura y una chispa de inocencia que equilibran las escenas de tensión y dramatismo. No podemos olvidarnos del protagonista Jake Gyllenhaal que le da el toque taquillero con su presencia aportando su expresividad y dinamismo, que lo habilita a sobrevivir con éxito tanto en el drama como en la acción. La posibilidad de cambiar el mundo como tema se ve plasmado de muchas maneras tanto en los "buenos", como en el "malo"; excelente actuación de Michael Arden ( que sigue la línea de famosos malos como lo fueron Edward Norton en Primal Fear o Russell Crowe, en Virtuosity en su momento), y se oculta en el siempre utilizado argumento del "héroe contra el villano" como una sutil crítica social. En síntesis un director con futuro de Oscar y laureles, junto con una trama aparentemente simple pero con muchísimos aspectos para abordarla y deleitarse. Una película para no perderse

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