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sábado, 11 de junio de 2011

Un cuento chino, otro Oscar para Argentina

Hay muchos tipos de cine o cinematografía en Argentina, tenemos el que tiene fondo musical de Piazzola y todos los personajes sufren infinitas vicisitudes y dicen - carajo! todo el tiempo, tambien tenemos el cine simbólico de Pino Solanas o Eliseo Subiela, que esconde un millon de mensajes detras de imágenes y situaciones poco claras y solo comprensibles a un público intelectual o para la crítica especializada, tambien existen montones de peliculas que de tan realistas y dramáticas, lo único que provovan es que nos acordemos de nuevo de nuestras miserias, pero no nos entretienen, pero.... hay un nuevo cine Argentino (tal vez sea demasiado expresarlo como "nuevo" exactamente) que no se olvida de nuestras miserias, pero es mas competitivo y abierto al espectador en general, y por sobretodo con menos - Carajo! y mas finales felices, porque en la Argentina hay de todo y tambien finales felices. Un abanderado de este nuevo cine podriamos decir es Ricardo Darin de la mano de Fabian Bielinsky con 9 reinas y El Aura, tambien obviamente, tambien con Darin tenemos la laureada El Secreto de sus ojos de Juan Jose Campanella. Todos ejemplos de este nuevo cine mas comercial, mas atractivo, con menos lágrimas e insultos, con menos crueldad o maltratos, pero que no abandona nuestra identidad, este cine era posible y da resultado. Tal vez un experto en cine como Axel Kuzchevazky transformandose en productor podria ser el que mas oportunidades viera en este "nuevo cine" y ahora este hombre con aspecto de nerd del cine, apuesta, como lo hiciera con El Secreto de sus ojos, a otra produccion, esta vez dirigida por el talentísimo director Sebastian Boreztein, a quien admiro profundamente desde su serie de suspenso El Pacto con Leo Sbaraglia, Lito Cruz y Jorge Marrale. Ahora con Un cuento Chino, nos trae un pelicula curiosa, que al principio pone al espectador en las clásicas escenas de peliculas argentinas, entrañables como las de Juan Carlos Altavista o Sandrini, pero de a poco nos va llevando sutilmente por otros caminos (que no voy a revelar) que son muy caros al sentimiento nacional, como lo fue la Guerra de Malvinas. De a poco la pelicula nos conduce por un viaje en la personalidad de los protagonistas y nos pone en situación de apreciar cuanto uno posee en el mundo y no lo valora, volviendo una pelicula realmente digna del Oscar como mínimo. Ricardo Darin como siempre espectacular en su actuación, acompañado por el actor Ignacio Juang y la actriz Muriel Santa Ana, dan a este filma una emotividad increible, sin sobre-actuaciones, con una naturalidad que pone la piel de gallina, tal vez tambien muestra de la capacidad de Boreztein para dirigir su propio guión. En síntesis, imperdible.

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